sábado, 16 de febrero de 2013

Sevilla

Ayer cumplí años y lo celebré en la tierra que me vio nacer. La verdad es que volver a soplar velas en casa, como cuando era una enana, ha sido exactamente lo que más necesitaba (aunque los batidos de chocolate y vainilla fueran sustituidos por gintonics).

Aún me quedan varios días por mi sur, pero no puedo dejar de enseñar un poco lo que os estáis perdiendo si no venís a Sevilla. Y hay de todo.


En la mercería Velasco siempre hay gente, es una de las más míticas de la ciudad. Y antes de lanas y demás aparejos, me pareció mucho más interesante plasmar la cantidad de escudos de hermandades que exponen en el escaparate, ahora que la Semana Santa queda a un mes escaso y las abuelas están cosiendo túnicas en casa.


Hace unos días se hizo un Urban Knitting en la Plaza Nueva sevillana, yo aún estaba en Barcelona pero no me he quedado con ganas de fotografiar lo que queda del evento ¡Me flipa!



Ola ke asei


Blanco Cerrillo, el mejor adobo de la ciudad.


La Alameda de Hércules desde el bar Las Columnas.


El gran descubrimiento de este viaje, un nuevo local cafetería/vinoteca/tapas/galeriadearte/tiendadecosaschulis en la calle Amor de Dios, donde estaba la mítica tienda Carreras de bellas artes. Llena de sofas, tipo loft y con una decoración que recuerda más a  un local de Williamsburg que del sur de España. Precisamente ese es su punto fuerte (además el café & té están muy ricos). Red House Art & Food, no os lo podéis perder.






Bueno, también pasamos por El Salvador.


Y por Triana. Sevilla va oliendo a incienso a pasos agigantados.


Y la placita de Santa Marta, tan silenciosa y mágica como siempre.


Cumpleaños feliz para mí.


M

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